Algunas consideraciones acerca del problema del subsidio a la gasolina en Venezuela
Basado en informe final presentado para la materia: Economía del Sector Público I, programa MGP 2012-13 del IESA¿Cuál sería la justificación económica de un incremento del precio de la gasolina en Venezuela?
Existen 2 argumentos acerca de la necesidad inminente de incrementar el precio de la gasolina:
1. La tendencia decreciente del precio indica que en el corto plazo el precio de la gasolina será insignificante, ubicando el mercado en la zona más elástica de la demanda, donde tiende a infinito. No existe proyección de producción que satisfaga esos requerimientos internos.
2. El subsidio a la gasolina se incrementa a una tasa creciente, lo que hace cada vez más costosa la regulación, aumentando los sacrificios sociales por conservar el subsidio.
Para respaldar estos argumentos presentamos esta información:
Como se aprecia, el precio real de la gasolina ha caído constantemente. Hoy, un barril de gasolina está por debajo de los 5 USD. El mantener el precio fijo en una economía inflacionaria abarata el bien regulado. Estudiando la demanda de gasolina, identificamos que el principal componente de ella proviene de los usuarios de vehículos, es decir, su consumo se realiza como un bien complementario. Podemos esperar entonces que la caída real del precio produzca un incremento en la existencia de vehículos. Analizando el periodo 1999-2008, vemos que el nivel de vehículos se ha duplicado (aumentó 130%)[1] y este incremento total de vehículos tiene una correlación de -0,87 con los precios de la gasolina. Si el precio de la gasolina disminuye y aumentan los vehículos en la calle, tenemos que la cantidad de gasolina a producir también se incrementa. Veamos el siguiente gráfico:
El precio regulado induce un aumento de la producción de gasolina. Conviene preguntarse ¿Hasta qué nivel de producción podrá suplirse con la capacidad actual de PDVSA? ¿Cómo crecerá la demanda los próximos años? Y ¿La estructura actual de distribución podrá soportar este incremento?
Veamos el análisis
Como se observa, en la medida que el precio real se acerca a 0 la demanda se hace asintótica al eje, convirtiéndose en perfectamente elástica. Cambios mínimos en el precio disparan la demanda. Esto nos indica que de continuar con la política de regulación, muy pronto encontraremos problemas de producción, distribución y venta de gasolina. Esto derivará en conflictos sociales y estancamiento económico.
Finalmente, tenemos que evaluar cuanto nos está costando esta regulación. Veamos la tabla:
¿Cuáles son las principales consideraciones de Economía Política que se deben tomar en cuenta para tomar una medida como esta?
Nuestra mayor tarea es identificar quienes ganan y quienes pierden con el precio de la gasolina como se encuentra hoy.
Ganadores:
- Todos los usuarios de vehículos. Directamente quienes poseen vehículos, indirectamente quienes se benefician de ellos. Entre estos incluimos a pasajeros y quienes transportan mercancías.
- Los fabricantes, importadores y distribuidores de vehículos, y en menor medida, los talleres mecánicos, constructores viales, y los sectores asociados y complementarios.
Perdedores:
- El gobierno, que financia la regulación y soporta las presiones sociales por la falta de cumplimiento de otros compromisos dejados de lado por mantener la regulación.
- Poblaciones fronterizas, quienes sufren las fallas del mercado producto de la regulación. En las poblaciones cercanas a las fronteras, los extranjeros vienen a nuestro país por gasolina barata. Como no existen mecanismos para discriminar el beneficio entre nacionales y no nacionales, todos consumen. Los consumidores actúan racionalmente[3], y por tanto las estaciones de servicio viven interminables colas siempre.
- Los usuarios de vías de tránsito, quienes sufren las externalidades del tráfico lento.
- Los consumidores que desean medios de transporte alternativos como trenes, tranvías o incluso la bicicleta. Si las demandas públicas se encuentran en más vías para carros y en conservar el subsidio, entonces siempre se sacrificará presupuesto para la construcción de nuevos medios de transporte y ciclovías, por ejemplo.
- Individuos preocupados por el tema ecológico. No sólo por la contaminación, sino también porque no hay incentivos para medios de transportes menos contaminantes, ni inversiones públicas en este sentido.
¿Cuáles son las principales consideraciones en relación con la implementación de la medida?
Aunque parezca que la lista de perdedores es más grande que la de ganadores con la situación actual, son el grupo de ganadores quienes están mejor organizados. En Venezuela no existe un solo grupo de interés organizado que defienda explícitamente el incremento del precio de la gasolina, aunque sus fines pueden ser alcanzados más fácilmente si el precio aumentara. Los grupos ecologistas y aquellos que presionan a las autoridades públicas por más y mejores sistemas de transportes públicos y áreas verdes, serían aliados potenciales en una campaña en pro del aumento del precio. Esta es entonces nuestra primera y gran consideración: hay que cambiar la balanza de poder público de los grupos de interés, fortalecer más a aquellos que pueden ser aliados para cambiar la política de regularización, y debilitar a aquellos que la quieren conservar.
Esta consideración se puede alcanzar tomando acciones en diferentes ámbitos:
- Proponer una implementación gradual que privilegie a los que mayores probabilidades de rechazo tengan sobre la propuesta. Podría ser una solución estilo Irán, quien decidió transferir parte del subsidio directamente a las familias, respondiendo al principio de responsabilidad política, el cual dice que las decisiones del gobierno deben reflejar las preferencias de los electores.
- Presentar plan de ampliación de transporte público nacional con metas claras y mecanismos que garanticen cumplimiento, con la idea de generar confianza en los potenciales perdedores del subsidio con menos recursos.
- Iniciar una campaña de concientización acerca de quiénes son los principales beneficiarios del subsidio, que en nuestro caso son los sectores clase media principalmente. Un 69,4% de los beneficiarios del subsidio a la gasolina se encuentra en estos sectores, indicando lo regresiva que es la política de regulación. Esta campaña de concientización debe incluir a voceros de los grupos de perdedores para hacer conciencia en la población de los perjuicios del subsidio a la gasolina, la escasez de transporte público nuevo y diversificado, de ciclovías, de aceras más amplias para disfrutar las ciudades y áreas verdes.
[1] Tomado de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores. FAVENPA
[2] Opinadores como Asdrúbal Oliveros, sitúan el subsidio a la gasolina entre 2-4% del PIB. Si esta proporción es cierta, el subsidio a la gasolina es mayor a lo presupuestado para sectores como salud y educación.
[3] Podemos entender a la gasolina como un bien común, rival pero no excluyente